martes, 9 de octubre de 2012

Los niños, la esperanza del mundo.







Millones de niños deambulan hoy por el planeta sin protección alguna, muchos perdieron sus padres a causa de las guerras, o fueron a las calles a luchar un pedazo de pan para alimentarse.

Ese enorme ejército de infantes, gran parte de ellos sin hogares son presas fáciles de las organizaciones criminales existentes en el mundo para convertirlos en mercancía con la cual enriquecerse.

Sus destinos dan horror mencionarlos, la venta de sus órganos, el mundo de la prostitución y la droga, su utilización como fuerza de trabajo barata y en muchos casos en condiciones de esclavitud, son solo algunos de los mas tenebrosos.

Ninguno de esos millones de niños viven en Cuba, esos males fueron erradicados desde el triunfo de la Revolución el primero de Enero de 1959.

En nuestro país se aplica con profundo rigor lo establecido como derechos del niño en las Naciones Unidas.
   
Hoy, la crisis mundial que flagela al mundo agudiza la desprotección de los infantes en el planeta, llegando con todas sus fuerzas a países de economías desarrolladas como los propios Estados Unidos.

Cuba demuestra una vez más que la protección de los niños no es garantía en un país más o menos ricos, es solo fruto de políticas sociales que los sitúen en su dimensión histórica, en su condición de esperanza del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario