martes, 5 de marzo de 2013

Tu prematura muerte.








Desde hace dos años tú lucha por la vida nos caló el alma. No era solo por esa necesidad del hombre de perdurar en el tiempo, estabas consiente de la necesidad de tu presencia.
Sabías del bálsamo que depositabas en los corazones de los pobres de la América tus cantos, tu segura voz, tu orientación como brújula histórica hacia la independencia de La América.
Tu cuerpo heroico solo cayó cuando las fuerzas físicas lo abandonaron, pero desde ese mismo momento, desde tú último lecho te levantaste como un gigante, era la respuesta necesaria para que la luz de tu ejemplo siguiera cabalgando por las praderas de nuestros pueblos oprimidos.
Nos dejaste sobre todo ese despertar del ALBA, esa urgencia de unirnos como un puño, esa voluntad de compartir lo que tenemos, esa premura por ayudar a los pueblos golpeados por los desastres del clima o los terremotos, ese sentimiento de sentirnos todos orgullosos de ser latinos americanos.
Gracias Chávez, el corcel de fuego que fecundaste en nuestras almas seguirá corriendo como la eterna luz de las alboradas que nacen desde aquí, desde allá, desde todas partes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario