sábado, 9 de marzo de 2013







Título: Gerardo, un hombre habano cariñoso.
Autor: Raúl Alonso Rivero.

El veguero Gerardo Medina Relova se siente feliz de los resultados que aprecia en su cosecha de tabaco la que califica ya como una de las mejores de su larga vida vinculadas a la producción de sus hojas.

Gerardo  es uno de los tres hombres habanos que viven en San Juan y Martínez y el próximo mes cumplirá 83 años de vida fértil pues desde que tiene huso de razón su padre le caló en la cabeza un sombrero de yarey y lo llevó con él a conocer sobre los secretos del tabaco.

En su cuarto él atesora lujosos zapatos y fuertes botas sin embargo prefiere andar su vega cada mañana  con los pies descalzo, tal como lo hacía cuando niño, según su criterio para conocer lo que necesita la tierra en esos momentos.

Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo, pero este campesino que nada tiene de diablo por su tierno corazón que  le retoza en el pecho,  por el tiempo que ha vivido le conoce al tabaco desde el murmullo creciente de sus raíces hasta el solitario rumor de su secado en las casas de curación.

Gerardo fue el primer producto de tabaco en Cuba que introdujo en su finca la cosecha del rebrote y la siembra del doble surco para multiplicar los rendimientos por área y aportar más a la economía del país.

Esa afirmación es cierta, pero los que lo hemos tratado durante años sabemos también que unido a ello, el noble veguero le gusta levantarse temprano en las mañanas y llenarse sus azules  ojos  de ese verdor que inunda su conuco en tiempos de cosecha, por ello aplica cada nueva

No hay comentarios:

Publicar un comentario