miércoles, 15 de mayo de 2019

PAPÁ


Según Shakespeare: El amor, nace, vive y muere en la mirada, es quizás por eso que los hijos miran al corazón de las madres y a los ojos de los padres.

Para conocer  a un buen padre solo hay que observar como mira a su hijo, como lo acaricia, como lo carga sobre sus hombros, o como lo lleva de la mano.

Pero los padres también son el escudo protector de sus hijos, bien sentenció Platón cuando afirmó: “No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe”.

Así son muchos padres de San Juan y Martínez, con la mirada tierna  hacia sus hijos, pero presto a convertirse en héroes ante la menor amenaza que puede dañar a sus  pequeños.

Existen también en este municipio hombres que se han multiplicado en padres, como el médico Sergio Piloña que convirtió el portal de su casa en consultorio público y por las tardes los padres llevan cargados a sus hijos para que le atienda sus dolencias.

 También tenemos que agradecer a Jesús Barroso, maestro desde niño que no tiene hijos propios pero los multiplica cada día en las aulas con las enseñanzas de los números y las letras. 

Otros que pudieron parecer más severos pero que tienen también la ternura en sus ojos, como Marcelo Guerra, el director de la Escuela Secundaria básica Urbana Antero Fernández Vargas que tantas veces nos regañó para vernos crecer sin jorobas.

  Son solo algunos ejemplos de padres de San  Juan y Martínez que   se multiplican por la patria grande,  porque hombres así de buenos tienen que existir para que el próximo domingo se nos inflame de gozo el corazón cuando los abracemos y le digamos al oído, como un susurro, FELISIDADES PAPÁ.

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